¿El dinero basta?

Antes creía que ganar era ruido: gritos, luces, anillos. Pero después de enseñar a estudiantes a manejar la presión bajo el foco —especialmente en partidos clave— entendí que algo más profundo importa.

Cuando los Lakers recibieron a un nuevo dueño con sólida experiencia en negocios deportivos y recursos ilimitados, mi primera pregunta no fue “¿Quién ficharán?” Sino: *“¿Cambiará quiénes son?”

Porque el dinero no crea cultura. Las personas sí.

Las verdaderas fichas: corazón sobre espectáculo

Dicen que buscarán jugadores como Caleb Martin o incluso Bam Adebayo. Pero honestamente, no se trata solo de sumar cuerpos para llenar roles.

Ya tenemos:

• LeBron James – juega como si defendiera su alma.
• D’Angelo Russell – manos seguras cuando todo se descontrola.
• Anthony Davis – defensa elite con fuego silencioso dentro.
• Jalen Hood-Schifino (el ‘fan eléctrico’) – energía que sientes desde la fila 10.

Pero aquí está lo que nadie menciona: estos no son solo atletas. Son personas cargadas de peso. Y eso debería reflejarse en su equipo.

La pieza faltante no está en el papel

Sí necesitamos un protector de canasta con capacidad ofensiva —alguien como el antiguo respaldo de Kyrie Irving o incluso Pascal Siakam si está saludable. Pero más allá de estadísticas, Necesitamos inteligencia emocional en uniforme. La clase que mira a su compañero tras un tiro fallido y dice “Yo también he estado ahí”. La clase que no pierde la calma cuando el público se queda en silencio. Este tipo de jugador es raro —y valioso sin precio.

Y francamente… es lo que este nuevo propietario podría realmente ofrecer: no solo mejores contratos ni estadios más grandes… sino una mayor sensación de pertenencia en toda la plantilla.

Construyendo legado una relación a la vez

Recuerdo sentarme en mi apartamento de Brooklyn durante el Juego 7 de las finales pasadas. Mi teléfono vibró con mensajes de estudiantes preguntándome si habían fallado porque su equipo favorito perdió otra vez. Uno escribió: “Lloré porque me sentí visto por ellos.” Ese momento me rompió —no porque perdieron… sino porque se preocupaban tanto que dolía. Por eso yo también me importa ahora too. The siguiente generación de jugadores no deben ser solo talentosas; deben aprender a sanar mientras compiten. The Lakers tienen una oportunidad única para liderar ese cambio —especialmente si su nueva directiva entiende que el legado no se construye solo con anillos… se construye con autenticidad.