La Caída de la Dinastía Bass

La Dinastía que se Comió a Sí Misma

Crezco en Chinatown de Chicago viendo partidos de los Lakers con mi padre ingeniero—silencioso, analítico, pero gritando ante cada falta. Cuando Jerry Bass murió en 2013, dejó seis hijos con poder igual… y entonces comenzó el verdadero horror.

Las Dos Facciones: Sangre o Hermandad?

¿El bando de Jerry? Querían control. ¿El bando de Jenny? Querían legado. Y entre ellos flotaba el fantasma de Magic Johnson y el fantasma de Phil Jackson—dos hombres que amaban el baloncesto más que a sí mismos.

Kobe fue su chico dorado hasta que Jerry eligió a Bynum sobre él en ’05. No fue una selección—fue un intento de asesinato contra el legado. Kobe gritó por un intercambio a Chicago. Jerry lo salvó… otra vez.

El Golpe Cenicienta (2017)

Jenny no esperó la jubilación. Ingenió un golpe palaciego: Magic, Lambris, incluso su hermano Joaquín—todos alineados contra Jerry. Él fue despedido antes del fin de su temporada. Sus contratos? \(64M para Mozgovoy? \)72M para Rolland? Necromancia financiera pura.

El Trono Sin Rey

Tras la caída de Jerry, Jenny instaló su círculo interno: Lambris como co-ruler, Harris como CFO (ex-amigo), su hijo como GM-en-espera. Esto no era gestión—era feudalismo con tres puntos.

Magic se retiró en 2019 sin aviso—not porque estuviera cansado… sino porque vio venir todo: ninguna libertad para fire沃顿, ninguna lealtad al legado, solo poder vestido en seda.

El Fin de la Era Bass?

Ahora es el fantasma de D’Antoni acechando Staples Center… y Mark Walter llega como algún buitre del Silicon Valley con hojas Excel en lugar de banderas campeonas.

Construimos imperios sobre confianza—and los rompimos por codicia. La verdadera tragedia? Olvidamos que el baloncesto nunca fue sobre familia. Era sobre jugadores.