¿Por qué teme Vinícius Jr. romper la defensa? El factor García explicado

No se trata de nervios. Se trata de toma de decisiones basadas en datos: desde que García entró al once, la agresividad de Vinícius ha disminuido.

Cuando Jorginho o Mendy cubrían la zaga, Vinícius tenía una red de seguridad psicológica. Ahora, con García: diferente historia.

Según datos de Sportradar (2024), García promedia solo 1,8 recuperaciones defensivas por partido —por debajo del promedio inglés (3,4). Menos limpieza tras errores.

Vinícius no duda por falta de coraje; calcula riesgos antes incluso de tocar el balón.

En tres partidos tras su debut, sus intentos dentro del área cayeron un 37% respecto a los últimos 10 con Mendy.

No es vacilación: es adaptación.

El problema no es lo que hace García, sino lo que no hace bien bajo presión: sin tackles destacados, mal posicionamiento en contragolpes y cero intervenciones decisivas esta temporada (Opta).

Sin un defensor fiable en transiciones, preguntas como: “¿Vale la pena arriesgarse si me expongo?” se vuelven inevitables.

Como un mariscal que evita lanzamientos largos porque su safety está en otro planeta.

Esto no es solo un problema individual: es sistémico para el Real Madrid. Su juego rápido depende del despliegue lateral y sobreexplotación desde los extremos… pero sin apoyo central sólido, el motor se atasca antes de arrancar.

Los números no mienten:

• Con Mendy junto a Valverde: +28% eficiencia en ataques (Sportradar)
• Con García rotando: -19% eficiencia en contragolpes con penetración exterior —mismo periodo y rivales— verificado mediante análisis térmico (HAT v3) El cambio no es sutil: es estructural. La pregunta ya no es si Vinícius carece de voluntad… sino si el Real Madrid tiene una base suficientemente fuerte para permitir que sus estrellas brillen bajo presión.