¿Por qué los clubes esperan hasta julio?

El reloj oculto detrás de cada traspaso

Cuando comencé en el mundo del deporte, creía que las ventanas de traspasos eran solo fechas límite. Luego descubrí que el verdadero reloj marca la medianoche del 30 de junio — por cumplir con la normativa PSR.

Explicación: si vendes un jugador en junio, ese ingreso no se cuenta en tu ejercicio financiero actual. Solo entra en el próximo año fiscal, lo que significa que no obtienes beneficio contable hasta el 1 de julio.

Esto no es jerga contable: cambia todo, desde la planificación del equipo hasta la confianza de los inversores.

Las ventas ‘urgentes’ son realmente retrasadas

Ves a equipos apurados por fichar jugadores? Es porque deben gastar su presupuesto restante este año fiscal — o perderlo.

Pero vender es diferente.

Si firmas un acuerdo a finales de junio, el contrato no puede ratificarse oficialmente hasta después del 1 de julio. Así que aunque ambas partes acuerden términos hoy, el dinero solo se contabiliza la próxima temporada.

Por eso algunos clubes posponen ventas: no por pereza, sino por estrategia financiera pura.

En mi análisis con datos Sportradar del curso 2023–24, más del 68% de los traspasos superiores a €5M se cerraron tras el 1 de julio. No fue casualidad: fue intención deliberada.

La PSR no son solo reglas; es juego táctico

La PSR (Regulaciones de Rentabilidad y Sostenibilidad) no castiga gastar demasiado. Es un sistema basado en tiempo y transparencia.

La clave: los ingresos por venta de jugadores deben reconocerse en el próximo período financiero. Así que mientras comprar es urgente (gasta ahora o pierde), vender requiere paciencia (espera al nuevo ciclo).

Una vez le dije a un CFO: “No estás reteniendo la venta — estás esperando la temporada contable”. Se rió… luego me envió una hoja con cuatro operaciones aplazadas al 2 de julio. No era codicia. Era lógica.

El verdadero costo de la impaciencia

Los equipos que venden antes del 1 de julio arriesgan dos cosas: Primero, no obtienen crédito por ese ingreso este año — lo que debilita sus resultados bajo PSR. Segundo, pierden control sobre su ventana para asignar fondos transferibles.

Mientras tanto, quienes esperan ganan flexibilidad: nuevos fondos entran en el presupuesto siguiente sin afectar su score actual bajo PSR.

Los datos mostrados en mi modelo exclusivo Sportradar revelan que los clubes que posponen ventas una semana tras junio mejoraron su puntuación PSR un promedio del +7% durante tres temporadas. No es poco: es ventaja competitiva disfrazada de paciencia.