Jeanie no vendió el equipo… se llevó la alma del equipo. ¿10 mil millones por un trozo de historia? En Madrid, hasta los gatos lloran con la camiseta de 2009. Ella no tenía miedo de perder dinero — tenía miedo de olvidar quién era su padre. No es una venta: es un duelo silencioso entre el corazón y la contabilidad. ¿Tú también has llorado por una camiseta que ya nadie más usa? Comparte tu historia abajo — o te voy a mandar un abrazo con datos verdaderos.

¡Qué desastre!

Ni siquiera los campeones se salvan del corte de pelo.

Olympique de Nice está vendiendo sus estrellas como si fueran productos en oferta de verano. Gassan por 40 millones… ¿y el portero polaco por 20?

¿Quién diablos paga eso por un portero que odia Turquía?

El mercado mundial

Lacroix con su sueldo de oro y nadie lo quiere… hasta que llega un club del Golfo que le dice: “¿Te gusta el sol?”.

Y Boga… ¿dónde está? En la lista de espera del fútbol europeo como si fuera una app descargada pero nunca usada.

¿Estrategia o desesperación?

Claro que los números cuadran… pero si tu mejor jugador gana más que tu entrenador y puede irse sin pena ni gloria… ¿eso es equipo?

¿No será solo modernidad con sabor a pobreza?

¡Comenta! ¿Qué harías tú si fueras el dueño? 🤔